El pintor

El enlace de la pintura y de la aviación

Desde 1906, Edmond Astruc expone con éxito, primero en Marsella, luego en Aviñón y en París. Pero, más tarde, no consigue acabar un gran lienzo que representa las vendedoras de pescado en el Puerto Viejo de Marsella. Como, en la misma época, se había enterado de que Wilbur Wright había realizado un primer vuelo, se entusiasma por aquella nueva aventura.

Su pasión por la pintura y la aviación tendrá una explicación. Los artistas siempre han deseado trascender la rutina de la vida en esta tierra. No hablemos de los admirables dibujos del hombre-pájaro de Leonardo da Vinci, pero los primeros aviadores, Farman y Delagrange eran discípulos de la Escuela de Bellas Artes de París.

La evolución hacia la madurez

Terminada la guerra del 14, después de una intensa actividad como piloto de ensayos en aviones e hidraviones, Edmond Astruc, vive alternativamente en Marsella y en su pequeña finca de La Favière cerca de Bormes una localidad situada en el Var, donde decide hacerse « pintor campesino » y « cultivar la pintura y la vid », como decía.

JPEG - 27.4 ko
Astruc pintando en los muelles del puerto de Cassis
Foto sacada por Emile Rastoin en junio de 1937

Aquella época de mi vida pasada en los aviones había rejuvenecido y depurado mi visión. Volvía a la claridad y al luminoso ambiente de mis primeros años como pintor en los que en la Escuela de Bellas Artes, el director y profesor de pintura Alfonso Moutte solía decir al ver mis cuadros : « he aquí el pintor de la primavera » o cuando buscaba el ambiente lleno de humos del taller : « el pintor de las nieblas .

También, la primera exposición de Monticelli en el Círculo Artístico, tuvo impacto en Astruc y en otros jóvenes pintores marselleses como Carrera, Bichebé, Agnelli, Mathieu Verdihan en su primera época. Escuchémoslo otra vez :

« había realizado mis lienzos sobre Allauch en tonos muy calientes con una masa un poco pesada con menos luz y atmósfera. La aviación, el contacto directo con los extensos espacios del cielo y del mar, los tonos más fríos de la naturaleza me habían apartado de ese estilo demasiado aderezado a mi parecer. »

La retrospectiva "55 años de pintura" de 1952

Más abajo, un fragmento de un artículo de André R.-Barutaud aparecido en el periódico "le Meridional" del domingo 1 de enero de 1956 :

JPEG - 59.6 ko
Astruc, en su taller, pinta la luz de Marsella con una juventud resplandeciente en un estilo que recuerda el de Utrillo
Foto aparecida en el periódico "le Meridional" del domingo 20 de marzo de 1960

Fue en 1952 cuando encontré a Edmond Astruc, por primera vez. La afición al arte y no sé qué sentimiento de curiosidad me habían empujado hacia la sala Moullot, donde aquel veterano de la Escuela de Provenza presentaba "55 años de pintura" Era una extraña retrospectiva que reunía más de cien lienzos, pinturas a la aguada, dibujos de todas las épocas. Su obra maestra era la "vendedora de agua del mar", una imponente composición que representaba una escena en el Puerto Viejo, hace cincuenta años, tan viva y tan típicamente marsellesa que merece su sitio en uno de nuestros museos.

Ese cuadro tiene una historia. Edmond Astruc lo abandonó para terminarlo sólo varios años más tarde. 3en la época en la que lo empecé, dijo más tarde, los hermanos Wright acababan de realizar su primer vuelo. Me atormentaba la aviación". Una vocación irresistible iba a transformar el curso de su vida.

Una pintura que evoluciona sin parar

Escuchemos de nuevo a Edmond Astruc :

Tras haber cumplido mis 78 años desde el 4 de noviembre, tengo la impresión de que jamás mi concepto de la belleza ha sido tan grande y vario y descubro donde antes no veía más que banalidades bellezas que me esfuerzo por extraer de su escondite para enseñarlas en mis pinturas a toda la gente

Hace unos dos meses, estaba pintando la plaza "Capucines". Un sacerdote que se apresuraba, con la maleta en la mano, hacia la estación se detuvo neto delante de mi cuadro y me dijo : "Perdone pero permíteme que le felicite ; sin su cuadro no habría visto la belleza de esta plaza por la que paso a menudo". Le contesté : "es el papel del pintor".